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22 feb 2012

El fantasma de Canterville

Creo que a algunos -o por lo menos a mí- nos pasa que llegamos a pensar que  Oscar Wilde es El retrato de Dorian Gray, polémica y nada más. La extraordinaria producción literatura del irlandés a menudo queda eclipsada por esa fantástica novela que desató una polémica monumental y que se ha convertido en una obra imprescindible para cualquier amante o cuando menos pretendiente de la literatura.
Muchas veces he releído algunas partes de El retrato de Dorian Gray en lugar de ponerme a leer una obra de Wilde desconocida para mí. Pero recientemente leí en el blog de Andromeda una reseña de un relato de Wilde que me invitó a leerlo casi de inmediato. Se trata de El fantasma de Canterville, una pequeña obra muy digna de su autor que deja un buen sabor de boca.
Sir Simon de Canterville es un temido fantasma que habita la ancestral mansión de su familia como tantos fantasmas que se han negado a abandonar la casa donde habitaron en vida. La carrera del aristocrático espectro es impresiónate, durante tres largos siglos poner los pelos de punta ha sido lo menos que ha logrado con sus víctimas que se atreven a visitar su residencia. Ejerce su oficio de manera magistral y se ha dado el gusto de casi mandar a la tumba de un susto a cuantos ha querido, hombres y mujeres, no discrimina.
Un buen día el embajador de los Estados Unidos en el Reino Unido adquiere la mansión y se traslada a vivir allí con su esposa y sus cuatro hijos. Antes de eso se le advierte de la presencia de Sir Simon en su nueva casa, pero el yanqui no le presta la menor importancia al hecho. 
El problema para Sir Simon empieza cuando descubre que los yanquis no se asustan con nada, por el contrario, lo asustan a él. Los hijos pequeños del Embajador, un par de gemelos  insufribles, se la pasan haciéndolo quedar en ridículo. El propio embajador llega a plantear a su familia la opción de despojar al fantasma de sus cadenas si éste no acepta engrasarlas para que así los deje dormir.
El fantasma, dadas las circunstancias, no sabe qué hacer. Su capacidad, la única de que dispone, es asustar, pero si esos yanquis modernos no se asustan con nada entonces no le queda más que el retiro y si eso no es posible cuando menos el cese de las hostilidades.
En este pequeño relato se puede ver el estilo irónico de Wilde, su perfecto conocimiento de la sociedad victoriana en que vivió y su poco respeto por ella.
Al final nos ofrece a un yanqui y a un británico, ciudadanos de dos potencias imperialistas en franca competencia, empeñados cada uno en que el otro se quedara con unas joyas de un valor incalculable que habían pertenecido al fantasma. Ése era Wilde, un experto en burlarse de todo aquello que lo rodeaba, quizás porque todo aquello que lo rodeaba también se mofaba de él. 

8 comentarios:

  1. Tengo este libro pendiente de leer desde hace mucho tiempo, y no sé por qué nunca le acabo dando una oportunidad... Creo que caerá a lo largo del año, 1beso!

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  2. A mí me pasa lo mismo. Identifico a Oscar Wild con "El retratro de Dorian Gray" y nada más. Ya había oído hablar de esta obra en otro blog, le daré una oportunidad.

    Un beso!!

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  3. Me gustó este libro muchísimo. La representación entre la tradición, el fantasma, y la modernidad, los nuevos inquilinos, a través de ese choque que se produce en el castillo de una forma tan divertida y al punto tan trágica es realmente inigualable.
    Una obra maestra.
    Besos

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  4. Lo he leído varias veces. La primera cuando era sólo una adolescente. Me encantó por la historia. La releí un par de veces más años después y me gustó muchísimo más, sobre todo me conmovió la soledad del fantasma.

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  5. Este libro esta en mis pendientes hace algunos meses, actualmente leo "Una mujer sin importancia" del mismo autor y se puede observar lo mismo que haz dicho tu, la ironía de la época en la que él vivió. Creo que apuraré la lectura de este libro.
    saludos ^.^

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  6. La verdad es que no he leído nada de Wilde, me he interesado en la entrada porque tengo ambos pendientes de ser leídos. Aunque dudo que me de tiempo a leerlo este año.
    UN saludo!

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  7. Tienes razon, solo conocemos "El retrato de Dorian Gray"... pero este libro uena bien, la anoto y la busco!!!

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  8. Me parece que simplificas demasiado. Las reseñas que he leído son lo mismo: resumen y 'me gusto porque sí, es bueno' o 'no, no es brillante'. Para empezar, es casi imposible no conocer esta historia; es parte del canon de Oscar Wilde. Siguiendo con esto, no das razones. Sí, Wilde es brillante; su sátira es exquisita, sus ideas son mera crema irlandesa nacida de Swift, sus burlas y su desprecio a la sociedad... todo es sabido por alguien que se tome la molestia de leer un sencillo cuento. ¿Qué más?, ¿por qué es buena? Sí, existe un ataque directo a las antiguas costumbres inglesas en contraposición del liberal norteamericano; sí, la situación del fantasma es cómica y los gemelos son una pesadilla. Pero, ¿y el papel de Virginia?, ¿la importancia de los nombres? Me parece una reseña muy superficial. Leyendo historias cortas como 'El ruiseñor y la rosa' o 'El cumpleaños de la infanta' puedes notar algo más en Wilde además de aquella sátira y burla en la que todos lo enfrascan. La reseña deja fuera esa fracción de destierro y compasión donde el fantasma pide la ayuda de Virginia y acepta la culpa del asesinato de su esposa. ¿Por qué no es importante? Si mis opiniones no coinciden con la tuya es porque no me das razones, sólo sueltas nombres de libros con un argumento pobre o inexistente. Muchas veces menosprecias obras que son muy buenas 'sólo porque sí' y las personas que te leen se dejan llevar por ellas, dejando pasar libros excelentes sólo porque dices 'no y ya'.

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