Existen muchos
problemas asociados a los libros electrónicos. El que más preocupa es el de la piratería
que se puede suscitar una vez que existe una copia digital de un libro en manos
desconocidas. Tema que ya traté aquí. Pero ése es el problema para los
editores. Hoy quiero tratar el de nosotros los lectores.
Que el
libro electrónico supone una gran ventaja en muchos aspectos es ya algo
innegable por más que muchos no lo quieran aceptar. Y en los actuales tiempos
de crisis supone la posibilidad de que muchas personas puedan seguir leyendo el
mismo porcentaje de libros que acostumbran leer cada año. Ya casi cada adicto
o cuando menos vicioso lector se hizo o está pensando en hacerse con un
e-reader, maquinita ésa que garantiza un considerable ahorro en la adquisición
de libros…, siempre y cuando los precios sean razonables.
Vamos por
partes. Un libro electrónico no conlleva gastos de impresión, almacenaje y
distribución. Y siendo así las cosas, no se ve la necesidad de ponerlo a la
venta a un precio excesivamente caro. Algunos editores quizás piensan que lo
que venden es el talento del escritor y el esfuerzo en pulirlo que ha hecho su
editorial. Pero esos argumentos no pueden ser un pretexto para vender caro,
debieran, para alguien inteligente, ser una posibilidad de vender mucho. Y para
vender mucho no hay que dar muchas explicaciones, sólo poner las cosas tan
baratas como sea posible, de manera que el vendedor no pierda.
Fijar el
precio de un libro electrónico por encima de los 10 euros es casi como firmar
una garantía de que nadie lo comprará. Ni aunque se trate de una novela inédita
de Borges. El formato electrónico exige renunciar a tradiciones muy arraigadas,
y para convencer al lector de que se embarque en la empresa hay que darle
algunas facilidades, precios que lo seduzcan, que lo convenzan de que vale la
pena el cambio. Dejar de comprar un libro impreso en 15 euros para comprarlo
digital en 10.95 no es una practica tentadora.
Para que un libro electrónico compita o supere en ventas a su igual de papel habrá de costar… de1 a 3 euros. Ése es el
verdadero precio competitivo. Al lector no le quedarán muchas dudas al momento
de comparar. De 15 a
3 euros la diferencia es bastante tentadora como para resistirse. Todavía es
probable que un precio de 5 euros no sea a los ojos del lector muy excesivo,
pero tomando en cuenta que estamos en tiempos de crisis y que mucha gente piensa
quitarse el caro placer de la lectura como una de sus actividades, lo mejor es
que los libros no superen los 3 euros, salvo raras excepciones, por ejemplo, los
ilustrados y que además son muy extensos quizás merezcan excederse en el precio.
Pero vuelvo a repetir: un libro electrónico
de 10 euros, nadie o casi nadie va a querer comprarlo.
Para que un libro electrónico compita o supere en ventas a su igual de papel habrá de costar… de
Pues si...yo para gastarme 10 en uno electrónico, voy directamente al papel que es lo que me gusta.
ResponderEliminarLa verdad es que los digitales que he leído...el más caro creo que me costó 5,99 y la verdad es que aún así algo caro me pareció...xD
Un beso!