Hace días
que no me apetecía entrar al blog. No ando de ánimos. Cosas que pasan. Pero a
veces escribir me ayuda a relajarme, incluso más que leer. Cuando estoy
perturbado difícilmente puedo leer una página de un libro, que es mi mayor
vicio, en cambio sí puedo escribir, aunque sea mal, como lo hacemos muchos. No hay
que ser Borges u Octavio Paz para escribir. Si eso fuera habría pocos libros en
las librerías.
En cambio,
porque muchos sin el menor talento se ponen a juntar letras y palabras, y
porque hay editores que se han convencido de que todo libro, si se le acompaña
de una conveniente campaña de promoción, vende, las librerías están llenas de
libros que van cambiando constantemente, como la fruta en un mercado, como si
pudieran echarse a perder.
Hace poco
leí una opinión respecto a que ya no estamos en la era de los escritores. Eso es
un enorme error. Estamos en la era en que leer es una moda. Los escritores,
algunos, alcanzan fama de autor hollywoodense, aunque para ello es necesario
escribir sobre vampiros guapos y niños magos. Las señoras Rowling y Meyer -muy buena
escritora la primera y malísima la segunda- han creado dos modas que abrieron innumerables
puertas a escritores jóvenes, para los que antes sencillamente no había muchas.
En el
pasado la obra de un escritor joven jamás, o rarísimas veces, era elogiada por la
crítica. “Buen inicio” era el mejor comentario que podía recibir. Y ser joven,
como escritor, era regularmente alrededor de los 30, cuando ya se había
terminado la universidad, cuando ya se había merendado una biblioteca de
considerable tamaño, cuando el corazón empezaba a latir más lentamente.
Hubo casos
de escritores con fama precoz, pero fueron rarezas. Hoy en día todo ha
cambiado. Estamos en la época de los escritores jóvenes. Algunos en sus 25 ya
llevan varios títulos publicados y tienen bien labrada cierta fama. La literatura
para jóvenes hoy, casi toda, la escriben jóvenes. Y, curiosamente, los jóvenes hoy
en día son quienes más leen.
Es extraño
que una época en la que la tecnología brinda innumerables maneras de perder el
tiempo se lea tanto. Es extraño y bueno. Lo malo, porque siempre tiene que haber algo
malo, es que la literatura para jóvenes es casi siempre pésima. Y no digo que
sea porque es escrita por jóvenes, hay muchos con la cabeza llena de talento, lo
digo porque se pública la peor que se escribe.
La crítica
profesional, incluso, muchas veces baja la guardia. Se les dan premios y se les
atribuye una maestría excepcional a autores malísimos. ¿Por qué? No lo sé. Los críticos
ya no son los mismos de antes. No me imagino a Borges escribiendo una reseña
para resaltar las cualidades literarias de Crepúsculo.
Pero muchos críticos sí lo han hecho, quizás para adaptarse a la moda, para no
ser considerados radicales, o para que no los corran del diario donde trabajan.
Lo extraordinario a fin de cuentas es que en esta difícil y hermosa época en que vivimos a los jóvenes les ha dado mucho por leer. Y gracias a eso otros jóvenes han podido publicar sus libros, porque los jóvenes buscan a más jóvenes para sentirse a gusto. Tiene, después de todo, lógica la cosa.
Lo extraordinario a fin de cuentas es que en esta difícil y hermosa época en que vivimos a los jóvenes les ha dado mucho por leer. Y gracias a eso otros jóvenes han podido publicar sus libros, porque los jóvenes buscan a más jóvenes para sentirse a gusto. Tiene, después de todo, lógica la cosa.
La pena es que siempre quedan talentos ocultos por falta de medios.
ResponderEliminarUn beso.
Se publica mucho, y se publica mucho y malo, escrito por jóvenes y no tan jóvenes, y lo peor es que leemos lo que nos venden y demasiados libros buenos pasan sin pena ni gloria por falta de promoción. Lo único bueno, como acertadamente dices, es que se ha conseguido acercar a los jóvenes a la literatura. Saludos.
ResponderEliminarHola, acabo de llegar a tu blog y me parece curiosa la disertación que haces porque hace poco discutía el tema con unos amigos. Me ha hecho mucha gracia cómo te lo has llevado al extremo poniendo de ejemplo a Borges y a Crepúsculo. Látima que eso hoy en día no sea así y que, como muy bien dices, el crítica baje el listón para no ser tan radical o incluso para apuntarse al carro del best-seller que será líder de ventas. Un saludo :)
ResponderEliminarEs una verdadera pena, por que hay libros que no tienen esa campaña de marketing que mereceria la pena que se leyeran.
ResponderEliminarMe encanta tu blog, y me ha encantado esta entrada... La verdad estoy harta de leer montones de reseñas y no encontrar una sola critica...
Me quedo por aqui!!
Un saludo
Yo creo que todo obecede a directrices de marketing. No me veo a una editorial lanzando un libro de Galdós y que a estas alturas sea un boom. Porque ya lo conocemos y ya sus obras no son un misterio. De todas formas creo también que la literatura no pasa por sus mejores momentos y ahora los libros que mas se venden son historias rápidas que enganchan y que apenas tienen calidad literaria
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