Algunas
personas me han contado que les es suficiente la primera página para saber si
seguirán leyendo un libro. Otras dicen que las primeras diez páginas revelan lo
que esconde el resto. Y otras más me han dicho que requieren más o menos las
primeras treinta páginas para saber si dejan el libro a un lado o terminan de
leerlo.
Yo no
podría decir en qué página sé si el libro me resultará bueno. Porque no siempre
ocurre lo mismo. Es cierto que algunas veces desde la primera página nos damos
cuenta de que el autor erró al momento de elegir el oficio. Otras veces las
primeras páginas revelan que el libro no es una maravilla, pero tampoco muy
malo. Y se dan casos en que desde el principio nos damos cuenta de que lo que
tenemos en las manos es una obra sencillamente extraordinaria.
También
hay libros que inician bien, o más o menos bien, y después decaen. Con otros
ocurre lo contrario. Quizás porque es difícil encontrar una obra perfecta de
principio a fin. Dicen que a algunos editores no les importa mucho que el libro
sea bueno, sino que el principio sea bueno. Lo demás poca importancia tiene
para ellos. Pero yo me he dado cuenta que se editan muchos libros malos desde
la primeras cinco… palabras.
Con el tiempo
me he vuelto muy exigente. Pero aun así leo de todo. Leo libros malos, muy
malos, a veces sólo por curiosidad, para tratar de entender cómo o por qué se
escribe, se edita y se vende cosa semejante. Pero no los leo rápido, eso ya
sería mucho. Los leo poco a poco, unas cuantas
páginas apenas por semana. Tengo la mala costumbre de leer todo libro que
compro, con la diferencia de que a los buenos los leo en tres o cinco días y a
los malos en un año.
Hace poco una amiga me recomendó comprar de vez en cuando una novela a ciegas. Vamos, así: tomarla en la librería leyendo apenas el titulo, ignorando o viendo de reojo el nombre del autor. Me dijo que de esa forma ella se ha llevado unas sorpresas muy agradables. Seguí su consejo, creo que ya en cuatro ocasiones. Nada bueno aún. Pero tengo la intención de volver a probar.
Hace poco una amiga me recomendó comprar de vez en cuando una novela a ciegas. Vamos, así: tomarla en la librería leyendo apenas el titulo, ignorando o viendo de reojo el nombre del autor. Me dijo que de esa forma ella se ha llevado unas sorpresas muy agradables. Seguí su consejo, creo que ya en cuatro ocasiones. Nada bueno aún. Pero tengo la intención de volver a probar.
Creo que
la mayoría de las personas sí abandonan para siempre un libro si no les gusta.
Quizás yo soy de los pocos que no lo hacen. En una ocasión un profesor me dijo
que hasta de los libros malos se aprende algo. No estoy tan seguro, tal vez es
una pérdida de valioso tiempo, pero aun así los leo, aunque muy lentamente.
Pues yo soy bastante infiel con los libros. Si sólo tuviera uno, aunque fuera malo lo leería porque no puedo estar sin lecturas, pero cuando tienes otros esperando, es difícil no abandonarlo. A algunos, pasado un tiempo, les doy otra oportunidad, a muchos no se la he llegado a dar jamás, pero tampoco me he llegado a arrepentir, lo tenía claro. Y curiosamente me acuerdo perfectamente de los libros que no terminé de leer. Saludos.
ResponderEliminarAlgunos libros los he abandonado, porque me han resultado totalmente infumables ¿En qué página? Pues no sabría decirte, pero rara vez he llegado a la 100 en esos casos. Como te dice Rebeca, a algunos les he vuelto a dar otra oportunidad, en algunos casos descubrí que la primera impresión era equivocada y otros resultaron seguir siendo un fracaso. El más sonado sigue siendo "Sinuhé el Egipcio" que casualmente es el favorito de mi madre.
ResponderEliminarUn beso shakiano!!
Yo abandono libros sin ningún remordiento, pero distingo entre los queabandono y sé que cogeré más adelante, pero que ahora no estoy en predisposición de sacarle jugo, y los que abandono con la certeza de que jamás serán cogidos tra vez, jajaja. Leer por leer, deseando acabar, no me gusta, pero estoycon tu profesor, de todo siempre se saca algo, de todo se aprende algo, hasta de lo muy malo.
ResponderEliminarQué buena entrada, Luigi, yo he pasado por todo lo que tú. Por ejemplo con "Bomarzo" tuve que leer unas cincuenta páginas algo confusas para poder introducirme definitivamente en la prosa exquisita de Mujica Láinez y convertir ese libro en uno de mis favoritos. Algo similar me ocurrió con "Vida y destino". Antes terminaba todo libro por obligación impuesta pero ya no lo hago en todos los casos porque también suelo eternizarme con ellos y eso me empieza a agobiar. Al fin hay muchos peces en el mar. :D
ResponderEliminar¡Un saludo!
A mi me cuesta mucho decidirme a dejar libros sin leer, pero a veces me resulta inevitable. En mi caso, puede ser por dos causas: o porque no me guste el libro, o porque ese preciso momento mi estado mental no sea el más adecuado para el libro elegido... En este último caso, retomo la lectura tiempo después, con un humor más dispuesto y me puede gustar o no, pero normalmente la acabo. En el primero, más o menos las primeras 30 páginas me resultan suficientes para considerar si me va a gustar o no el libro. Quizás sea algo extremista, pero cuando un autor no logra atraparme en su prosa desde el principio, considero que ese libro no es para mi. Eso me sucedió con "Bomarzo", libro que se nombra en uno de los comentarios de esta entrada; entre que conozco bastante sobre la historia real del jardín de Bomarzo y que la prosa me parecía bastante pesada, tuve que dejar un libro que me hacía mucha ilusión leer pero que comprendí que no era para mi. 1beso!
ResponderEliminarA mí me pasa como a ti, que siempre los acabo. Siempre pienso "mejorará, mejorará, mejorará" o "está a punto de pasar lo bueno". Pero, por desgracia, no siempre es así. Soy muy selectiva con lo que leo y, por suerte, no me he llevado muchos chascos de esos bestias. Sólo libros que no acaban de convencerme, pero nada absolutamente infumable desde hace muchos años. Creo que el único libro que abandoné, con remordimientos la primera vez y sin ninguno la segunda vez, fue 'El péndulo de Foucault', de Eco.
ResponderEliminarEstoy contigo, nunca se sabe en qué página te va a enganchar un libro. Y también soy de las que suelen acabar los libros, no me gusta dejarlos a medias, quién sabe lo que esconden al final.
ResponderEliminarUn beso.
Yo nunca dejo un libro sin acabar. Más que nada primero por mi eterna curiosidad, luego por mi cabezonería y por último porque algunas veces un libro que no me prometía nada me ha sorprendido...aunque también viceversa xDD.
ResponderEliminarUn saludo!
Yo no puedo decirte en que pagina exactamente, pero si un libro no me atrapa en las primeras hojas, sera muy dificil terminarlo, porque luego llevas ya uno o dos capitulos y te preguntas..... a que hora llega lo bueno???..... ahora tengo en pausa el libro de "el viajero" de Gary Jennings.... que escribió el libro de "Azteca"... y ese me lo bebí.... con el viajero no pasó así.... lo empecé en el 2010... lo deje y en el inter lei, los 4 libros de crepusculo, lo continue, lo volvi a dejar, lei los pilares de la tierra, norte y sur, los 7 libros de Harry potter, lo agarre para continuar, y ahora lo deje en pausa y leo Caballo de Troya 9, que estoy por terminar!!!... y espero algun dia terminar el de el viajero.... aunque me tarde 2 años más!!!
ResponderEliminarAnne, no puedo imaginarme qué tan mal libro es "El viajero" si preferiste leer Crepúsculo antes que terminarlo.
ResponderEliminarUn saludo
Ja Ja Ja!!!!.... Luigi!!!!... me hiciste reir!!!.... si se que crepúsculo no es para un premio literario!!!!... pero asi fue!!!.....y espero me perdones la vida por ello!!!!....
ResponderEliminarBueno, yo tengo la absurda manía de leerlo hasta el final aunque no me guste. Si he dejado alguno a medias ha sido porque quizá no estaba los suficientemente maduro para esa lectura aunque aún así he vuelto con fuerzas retomadas a batallar con él. Un saludo.
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