A mí el Internet me sorprendió en mis años de
estudiante. Sí que recuerdo cómo era una investigación antes. Lenta y poco
productiva a veces. De una biblioteca a otra. De una librería a otra. Casi siempre
un largo peregrinar para llegar a escribir dos páginas de información sólida.
Mis conocidos que ahora pasan el medio siglo de vida
tienen más experiencia que yo en ese mundo que dejamos atrás. Y charlas con
ellos me hacen pensar en la enorme diferencia (y ventaja) que se vive en
nuestros días. Si hoy sabemos de un libro que despierta nuestro interés, en la
red hallaremos algo o mucho sobre él. No importa que sea un libro viejo que
no se ha editado en años, casi con seguridad encontraremos reseñas, breves y
malas, quizás, pero reseñas que nos ayudarán a conocerlo más. Y también
probablemente descubramos qué librería aún lo vende, o sepamos de alguien que quiera
vender un ejemplar de segunda mano.
Pero no sólo con libros tenemos esa gran ventaja. Sucesos
y personajes también están a nuestro alcance de manera sorprendente. Y no hablo
de personajes como el mariscal Rommel y sucesos como el hundimiento del
Titanic, pueden ser a escala mucho más pequeña. Local. De nuestra ciudad o del
barrio en que vivimos. Sucesos y personajes pueden estar allí, ocultos pero
expuestos para quien quiera conocerlos.
No puedo imaginar siquiera, con el hambre de información que me consume día con día, lo que haría yo sin la red. Es maravilloso que la información esté en la comodidad del hogar. Tan cerca que podemos llegar a ella en un minuto. Y es sorpréndete el cambio que hemos experimentado en tan sólo unos años.
No puedo imaginar siquiera, con el hambre de información que me consume día con día, lo que haría yo sin la red. Es maravilloso que la información esté en la comodidad del hogar. Tan cerca que podemos llegar a ella en un minuto. Y es sorpréndete el cambio que hemos experimentado en tan sólo unos años.
Pues la verdad es que yo tampoco imagino un mundo sin internet. Es como tú dices maravilloso...
ResponderEliminarBesos